Cincuenta años, la edad en la que se empieza a “vivir”
- Cristian Andrés Paternina
- 20 nov 2017
- 4 Min. de lectura
En el barrio Santa Mónica – Campo alegre existe un club llamado Cien años de juventud. Ubicado en la acción comunal del barrio, el club es un lugar rebosante de vida, lleno de sonrisas de oreja a oreja y de maravillosas personas que disfrutan su vida al máximo. Es un lugar donde los adultos mayores “viven” en plenitud sus días más dichosos de sus vidas. Uno de estos carismáticos seres es Inés Diez, una mujer sonriente y elegante que manifiesta con vehemencia la dicha de su vida.
“Vivo contenta, no me pesan mis años, no me duelen mis rodillas”
Inés es una mujer de 61 años casada. Ella se casó a los catorce años con un hombre de cuarenta y hasta ahora llevan 46 años casados, de esa relación surgieron tres hijos y un nieto que la adora. Daniel Zuluaga su nieto dice que es una mujer emprendedora, echada para adelante, con muchos valores, vive muy pendiente de su familia y su comunidad. Tiene muchos proyectos y siempre en pro a la ciudadanía en pro de su barrio y a pesar de las dificultades que pueden existir siempre sale adelante esa Inés Ofelia Quiroz Diez.
Hace once años Inés ingreso al club por medio de su vecina Olga y desde entonces ha participado en todos los clubs de adultos mayores que hay en el barrio Santa Mónica – Campo Alegre. Olga invitaba a Inés a los paseos que hacían para el adulto mayor, pero en ese entonces ella no había cumplido los 50 años y le tocaba ir como turista porque no cumplía el requisito más importante para ser parte del club: tener cincuenta años. Ella descubrió que estar en este club y ayudar a las personas era el principal motor de felicidad en su vida.
Cuando al fin cumplió los 50 años entro en el club y desde ese día se volvió en una líder para la comunidad. Inés dice que nadie se imagina la alegría que ha tenido desde que cumplió los cincuenta años, desde que entro en el club se volvió una líder y empezó a encargarse de los paseos, de los asuntos y cuidados de los adultos mayores. Con una sonrisa dice que siempre ha sido una líder y que le gusta liderar los paseos que han hecho.
Poco a poco Inés fue involucrándose más con la comunidad, gracias a su amabilidad y su forma espontánea de expresarse se convirtió en delegada de la acción comunal. Y de una vez se lanzó para ser encargada en la recreación y deportes del Inder consiguió 200 personas que votaran por ella especialmente en los clubs que ya la conocía y depositaban completamente la confianza en ella. A partir de ese momento uso presupuesto participativo para paseos de la comunidad, en fiestas para los discapacitados y talleres para jóvenes y niños. Empezó a vivir para la comunidad especialmente la de los adultos mayores.
“Hay gente que dicen que los de la tercera edad son viejitos y discapacitados, eso es mentira porque nosotros hacemos manualidades, pintamos, cocinamos y sabemos hasta primeros auxilios”
Inés es una mujer que no se pierde los paseos o bingos, en una ocasión fue a ver alumbrados con sus compañeras y ese momento aún lo atesora como uno de los momentos más agradables de su vida. Incluso junto con sus compañeros crearon un grupo de danza que hasta la fecha ha participado en varios eventos tanto en los municipios del sur como los del norte. Este grupo de danza se creó hace cinco años y han logrado hacer presentaciones de fox-trot, porros y cumbias. Este grupo ha sido una gran distracción para todos los adultos mayores que participan en él, Inés incluso olvida todo lo de su casa por aprenderse los diferentes pasos de los bailes. Ella disfruta vestirse con su falda larga, sus flores en la cabeza y hacer presentaciones para las comunidades. Ella dice que disfruta de la tertulia cuando es el día de la danza.
Además de las múltiples actividades que organiza para la comunidad se volvió parte de ASOCOMUNA una parte de la acción comunal que se encarga de mediar los conflictos de las diferentes acciones comunales que hay en la comuna 12. A partir de ahí se concentró en solucionar los problemas y a promover el dialogo para la solución de conflictos internos, ella recuerda una vez que no lograron solucionar un conflicto y les toco implementar una sanción a una de las delegadas de inmediato deja se sonreír por un momento , pero de inmediato retoma su sonrisa carismática.
En octubre de este mes demostró de nuevo su liderazgo en una votación que hubo para el puesto de representante de los delegados de cada mesa en la asamblea y del presupuesto participativo, ella con su amabilidad logro ganar aquella votación convenciendo a la comunidad de que la eligieran a ella. Incluso la semana pasada consiguió que 250 personas fueran a santa lucia para apoyar al líder de la mesa de la acción comunal del barrio.
“Yo soy una líder y me fascina ser líder hasta que me dure la vida”

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