La uña encarnada - Crónica sencilla de una persona y su oficio
- Cristian Adrés Paternina Obando
- 23 oct 2017
- 3 Min. de lectura

Foto sacada de pixabay - CC0 Creative Commons
A las 6 de la mañana se levanta de la cama Beatriz Elena Obando, lo primero que hace es revisar el Whats app para verificar quién le ha escrito solicitando sus servicios. Luego se dirige a la cocina a prepararle el desayuno para su hijo menor David y para ella. Beatriz es ama de casa, tiene 42 años, es divorciada y madre de dos hijos. Tiene un cabello marrón claro con algunas canas, su rostro muestra unas cuantas arrugas testimonio de la vida dura que le ha tocado, sus manos están algo deterioradas, se asemejan a las de una abuelita, quizás por tantos años de trabajo.
A las 6:42 de la mañana suena el timbre de la casa, ella sale al balcón a mirar quien es. Es su clienta Gloria que usualmente va cada 15 días a arreglarse las uñas. Doña gloria sube las escaleras y Beatriz la saluda.
- Hola mi niña ¿Cómo está?, dice Beatriz.
Gloria se mira las uñas de los pies mientras devuelve el saludo.
– Hola tizo bien y ¿usted?
- Gloria, siéntese mientras termino de despachar a este muchacho, es que como yo le había dicho a usted que el turno era a las 7, no he terminado de arreglar casa y despachar al niño para el colegio.
- tranquila Beatriz que yo espero.
Beatriz empieza a calentar agua mientras le pide a David que se ponga el uniforme. Beatriz es una ama de casa que hace manicure y predicure o como dicen en Colombia: arregla las uñas. Cuando el agua esta lista, la vierte en la ponchera y la lleva a la sala.
Beatriz le pide a su clienta para preparar el terreno donde luego se dedicará a pulir las callosidades y a suavizar la piel.
David se despide y ella se sienta al frente de doña Gloria. Cuando se termina de acomodar toma el pie de doña Gloria y lo pone en sus rodillas, agarra el alicate, luego unta alcohol en el dedo gordo de Gloria, debe forzar la vista para empezar a remover una uña encarnada, por sus ojos marrones medio abiertos y la expresión de concentración en su rostro se puede inferir que tantos años de trabajo le han empezado a agotar la vista.
Gloria suelta un sollozo de dolor.
- ¡Ay! Beatriz pasito.
– Tiene que aguantar doña Gloria porque si no sacamos esa uña encarnada se le puede infectar. Aunque Beatriz nunca estudió medicina, por su experiencia sabe las consecuencias de una uña encarnada o cualquier otra enfermedad que se haya cruzado en su trabajo. Como Infecciones por Hongos; El pie de atleta (tinea pedis); Hongos en uñas (Onicomicosis).
Cuando al fin logra desencarnar la uña, Gloria respira hondo, pero Beatriz vuelve con un algodón a untar de alcohol el pie para evitar una infección. Gloria levanta su barbilla, cierra los ojos, junta sus dientes y los muestra y acto seguido suelta otro sollozo de dolor.
- menos mal ya la sacó- expresa con alivio.
A las 7:50 empieza la pintada de las uñas.
- De qué color se las pinto- dice Beatriz.
Beatriz le muestra un color blanco hielo y un rojo.
- Pínteme con ese rojo dice Gloria.
lentamente, con el más mínimo detalle, empieza el decorado, hasta Picasso podría admirar la concentración de esta mujer al pitar unos pequeños puntos de barnice plateado en la uña de doña Gloria.
- No se vaya a mover que se las despinta- le dice Beatriz.
Beatriz se va a la cocina a preparar un tinto y Gloria mira el reloj, se pone las sandalias y roza su dedo gordo del pie izquierdo en la parte superior de la sandalia. ¡Qué problema! la pintada, aún no estaba seca.
-Hay tizita me dañé la uña.
-Si ve mami, yo dije que esperara
-¿me la va a volver a pintar?
- ¿Qué más se puede hacer?
Pasan 15 minutos. Beatriz le indica a Gloria que ya se puede colocar las sandalias. Gloria le paga vente mil pesos y sale de la casa. Beatriz mira el celular y se prepara para su próxima clienta.
Ella tiene que ganarse el día a día para dar de comer a sus dos hijos. Como muchas mujeres en Colombia. ¿Cuánto podrá ganar hoy?
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